Se puede seguir soñando, eso es lo que propone Dream Theater arriba del escenario. Un viaje, por distintos sonidos, con las pantallas poniendo imágenes del sueño al cual nos llevan, con luces increíblemente manejadas, más el sonido de una compacta y a la vez lisérgica y ecléctica en cuanto a un estilo, paseando por distintos géneros pero manteniendo ese música característica que los define. Se recibieron de grandes para mi hoy. 2 horas a puro sueño musical. Solos armónicos, haciéndolos en conjunto (era muy bueno cuando sacaban los dibujos y ponían al teclado y a la viola haciendo el solo coordinado) un bajo que parecía tener 50 cuerdas (4 no tenía) más un batero de carajo y un muy buen cantante. Recomiendo para los degustadores de metal, para aquellos que no gustan tanto, para todos, es una experiencia realmente fantástica.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario